La propia experiencia nos dice, incluso abiertamente que en ciertos aspectos la farmacodependencia existe como cualquier otra drogadicción al uso (y con esto hablo del alcohol, los alucinógenos, o el tabaco) sobre todo con la adicción a los medicamentos que son usados comúnmente para la ansiedad y conciliar el sueño, entre otros muchos.
Pero se trata de un problema que se acrecienta cuando las personas se terminan auto medicando. Y así cuando pretenden suspender el consumo se dan cuenta de que se han vuelto adictas (uno se queda enganchado), con sintomas altamente significativos que les obligarán a volver de nuevo al consumo de estos fármacos. Es un círculo vicioso de cuyo inconveniente extraemos la conclusión de que ciertos medicamento son altamente adictivos. Al mismo tiempo, es un problema que si hoy no se diagnostica como tal (los índices son menores que los de otro tipo de adicciones) existe y es reconocido, por lo que cabe decir que se abusa de los fármacos.
Todo intento por salir de ese círculo vicioso no es nada fácil y cuesta años, pero algo me dice que el recurso a los tratamientos no convencionales (medicina alternativa) ofrece resultados altamente satisfactorios (incluso definitivos) por lo que dicha medicina debería estar incluida en el catálogo de servicios de la Seguridad social gallega. Es de hacer constar que en comunidades como la catalana, sí está incluida desde hace años.
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