LOS SIN TECHO

Nadie en la presente campaña electoral, ningún miembros de partido alguno se ha ocupado hasta este momento en lo que conozco, de la gente sin techo, a pesar de que suman miles en nuestro país. Y si me equivoco, que alguien me corrija.

Ellos son los desamparados crónicos, su promedio de vida es 30 años menor que la media (la expectativa de vida en España es de 82 años) y la mayoría fallece por enfermedades evitables o por hechos de la violencia de que son objeto. Los esfuerzos de los concellos y la Xunta son una solución transitoria, y ningún programa es fiable si no es capaz de sacar de las calles, de manera permanente, a los sin techo: con respuestas integracionales. El programa de primero vivienda para tratar los casos de la indigencia crónica, es una herramienta de partida, pero todavía no se ha puesto en marcha y necesitamos aplicar aún otras herramientas. Lo deseable es que nuestros candidatos políticos se obliguen y se comprometan a ofrecer soluciones a largo plazo; pero este silencio en sus programas les hace cómplices.

El refugio temporal, permite el cobijo de los sin techo con comida, posibilidad de higiene personal, y poco más. Si acaso habría que cambiar la percepción sobre los objetivos de estos albergues. Hay gente con patologías graves viviendo en la calle que precisan atención sanitaria y psicológica y que deben ser tratados por profesionales de la salud, por asistentes sociales y no por la Policía; puede que la acción de la Policía sea eficiente. Pero la eficiencia no es aplicable al ser humano. A veces da la impresión de que se remueve a los sin techo de las calles, pero no de que se ofrezcan soluciones que les rehabiliten como miembros activos de la sociedad. Por otra parte, es inimaginable las vidas que se podrían salvar si se actuara de verdad, velando porque los recursos se pongan efectivamente a trabajar para resolver un problema común.

Con independencia de las ideologías, estamos quizá ante un momento político en el que muchos dan la impresión de que lo único que les importa es limpiar sus conciencias, mientras otros engañan y algunos se tracionan a sí mismos.

LUIS ENRIQUE RODRÍGUEZ - A CORUÑA
Publicado en : El Correo Gallego - La Opinión