Un montón de enseres en la calle y gritos de apoyo de vecinos con el eslogan «un desalojo otra okupación» generó mucha expectación ayer por la mañana en la plaza Padre Rubinos de los Mallos. A las nueve de la mañana, orden judicial en mano, agentes de la Policía Nacional y personal de los juzgados conminaron a los inquilinos a abandonar el número 16, un edificio sin acabar de rematar y que fue okupado hace un año. Los desalojados se quejaban de que, pese a que varios agentes los visitaron esta semana, nadie les advirtió de que tendrían que abandonar el edificio, que desde ayer cuenta con guardias de seguridad para evitar que se repita otro suceso de este tipo.
«Yo antes tenía la risga y había alquilado un piso en San Isidoro, pero no podía pagar los 340 euros y me vine para aquí», explicaba Lucía Borja, que vivía en el subsuelo con su hija de 23 años. Su hijo Miguel Barrul, de 26, ocupaba con su novia Jennifer Veiga otro de los pisos del edificio. También ellos estaban allí por falta de medios. Jennifer tiene tres hijos -de 7, 4 años y 8 meses- y explica que ya fue desahuciada de otro piso por impago y que la única solución que le quedó era esa, mientras los niños se los cuida su madre. «Si me los traía para aquí podía tener problemas con Menores», relata y explica que la situación se ha vuelto muy complicada sin trabajo. «Ahora no hay nada», comenta. Jennifer justificaba que optaron en su día por okupar por la necesidad de una vivienda y porque el inmueble fue abandonado sin acabar -los okupas tenían que arreglárselas sin cocinas- debido al embargo del banco. (LEER TODO)
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Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal.
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
lunes, 1 de septiembre de 2014
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