La exclusión social viene a ser el rostro menos amable de la igualdad. Se produce a consecuencia de una disfunción del sistema social en el que el individuo se ve alejado (más bien expulsado) del grupo de pertenencia. A veces se inicia en la propia familia. Los que viven en la calle no son más que la punta del iceberg de esos miles de excluidos que viven en infraviviendas y chabolas, alimentando una bolsa oculta de pobreza de miles de personas. El hecho de omitir toda práctica integracional nos aclara la razón de tantos y tantos fracasos en los que más bien habría que dirigir los recursos a la causa, más que poner parches.
Hay muchas personas que carecen de un techo permanente y se estima en cientos de miles los que residen en infraviviendas, o chabolas
¿Cómo se puede hablar de una sociedad del bienestar?
Si ello es así, entonces habríamos de plantearnos dónde está el Estado como garante de esos derechos para que estas personas puedan
desarrollarse como tales. El Gobierno español, de momento, impide el acceso a los recursos que como la vivienda y el empleo son los ejes contra la exclusión social.
En estos datos no cuenta esa riada de jóvenes en busca de su primer empleo que son potenciales excluidos. La reciente propuesta de la candidata del PP a la Alcaldía de Madrid, Esperanza Aguirre, de sacar de la calle a los sin techo para que no afecten al turismo nos parece positiva en el sentido de que el Estado promueva una normativa que permita sacar (no echar) a los sin techo de las calles, en el sentido de que se ponga a los sin techo en el punto de mira de un grave problema social, en este caso como los grandes ignorados. Pero una vez más surge la pregunta ¿quiere verdaderamente la sociedad que se inserten las personas sin techo?
Al ver y sentir la cruda realidad de esta gente acudiendo a diario a los comedores sociales no puedo menos que recordar esa realidad reflejada cada día
en la cola de esos guetos que llaman albergues de emergencia. Como alternativa de futuro, la solución no puede seguir siendo un plato de comida, una cama por unos días y una ducha. Este es sin embargo el nuevo modelo de inclusión social que nos ofrece la señora Esperanza Aguirre, basado en la refundación de los comedores sociales y las cartillas de racionamiento.
Está pasando...
Luis Enrique Veiga Rodríguez
(La Coruña)
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Aguirre quiere sacar a los ´sin techo´ de la calle para que no afecten al turismo
Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal.
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
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