Si uno está en contra del tiranicidio, es que está en contra de dar muerte a un tirano. Si está en contra del conyugicidio, es que está en contra de que uno de los cónyuges cause la muerte del otro. Si se está en contra del homicidio, es que se está en contra de que una persona cause la muerte a otra. Si alguien está en contra del infanticidio o del uxoricidio, es que está en contra de dar muerte violenta a un niño de corta edad o en contra de que el marido cause la muerte de su mujer, respectivamente. O sea: cuando uso «–cidio» como lo que la Real Academia llama «elemento compositivo» de una palabra, estoy indicando la «acción de matar» a lo que va antes en esa misma palabra. Por eso sé que «suicidio» designa la acción de matarse voluntariamente. Por eso sé que «filicidio» designa la acción de matar un padre o una madre a su propio hijo. Así pues, señoras y señores, solo me queda acabar la presente clase de gramática diciendo que ese palabro tan de moda que es «austericidio» significa «acción de matar la austeridad» y no «acción de matar con la austeridad», como tanto funámbulo del idioma español cree y como tan bien explicó aquí mismo Antonio Rico («A favor del austericidio»). Cuando un ciudadano protesta a voz en cuello contra las políticas «austericidas» de este o aquel gobierno, debe saber que está gritando contra las políticas que matan la austeridad, no contra las políticas que matan con la austeridad. Y si pensaban que no eran las cosas así, pues ya saben que gramaticalmente son así.
A quienes usan «austericidio» con el sentido opuesto al que tiene, les aconseja la «Fundación del Español Urgente» que usen en su lugar «austeridazo, austeridad suicida, austeridad homicida, austeridad letal». Y digo yo que hay que ver qué cosas aconseja la Fundéu BBVA. Porque veamos: ¿Qué demonios es eso de «matar la austeridad»? ¿Cómo se puede eliminar la austeridad? ¿Por Decreto Ley? ¿No estaremos confundiendo «austeridad» con «pobreza»? ¿O no estará el Poder queriendo de nuevo metérnosla doblada haciendo que confundamos al pobre con el austero? Tengo para mí que la austeridad suele ser una decisión personal mientras que la pobreza suele ser una imposición. Que el austero es un pobre voluntario, permítanme decirlo así, mientras que el pobre a secas lo es porque no le queda otra. (El propio «voto de pobreza» es una austeridad extrema pero voluntaria, no obligatoria). Una persona es austera cuando adopta un modo de vida sobrio, morigerado, sencillo, frugal, sin ninguna clase de alardes o excesos, según nos indica el Diccionario de la Real Academia Española. Es austero quien pudiendo permitirse ciertos lujos, ciertas pompas y ciertos troníos tiene a bien no darse a lujos, pompas y troníos. Es austero el que se abstiene y contiene del mundanal ruido porque le place abstenerse y contenerse del mundanal ruido.
Por el contrario, la pobreza es la falta entendida como escasez (de nuevo acudo a la definición de la RAE). La pobreza es miseria, carencia, estrechez, indigencia, necesidad, penuria y no suele el ser humano ser muy partidario de vivir en tan desmedido desvalimiento, excepción sea hecha de algunos (o muchos, no lo sé) santos y otras personas en extremo virtuosas que quieren alcanzar el cielo con grande mortificación (voluntaria, cabría añadir) en este valle de lágrimas. Llamar «austero» a quien acaba de ser desahuciado, o no tiene empleo y nadie ya le va a contratar, o sufre a diario por no tener apenas qué comer, o lo almacenan en un pasillo de hospital cuando está enfermo, o todo ello y más y junto, es un insulto en toda regla. ¿Acabar con la austeridad? Qué estupidez, qué sinsentido. Con lo que hay que acabar y con lo que se puede acabar y con lo que se debe acabar es con la pobreza.
Francisco García Pérez
Publicado en : La Opinión (de Málaga)
Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal.
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
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