Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal. 

Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.

Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.

El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS) Blog de la Coordinadora Ciudadana Independiente y Comisión Sin Techo de la Coruña PARA LEER, COPIAR O IMPRIMIR CUALQUIER CARTEL O TROZO DE TEXTO, HACED CLICK SOBRE EL MISMO

miércoles, 2 de abril de 2014

SERVICIOS SOCIALES - R.I.P.

Las políticas que se llevan a cabo en atención social buscan hacer la pobreza lo menos molesta posible favoreciendo la invisibilidad y arrinconando los problemas de ésta en los barrios más marginales. De modo incomprensible, los presupuestos se dedican a cuestiones suntuarias, dejando lo básico sin realizar. De modo paralelo el aumento de las entidades privadas de asistencia social, va dando cuenta de un proceso de privatización que nos alerta de que la ayuda social ha pasado de ser un derecho a convertirse en la caridad de una organización privada. Que niega respuestas a otras necesidades que sean el aspecto meramente asistencial.

Creo que en pleno siglo XXI cuando doctrinas de todo topo que en siglos anteriores nos hubieran parecido utópicas, han cuajado ya definitivamente, la tan manoseada caridad es una virtud que está de más. Me refiero claro a ese tipo de caridad materialista que practica el rico con el pobre que consiste en repartir las migas del banquete tal vez con la cínica intención de tranquilizar su conciencia.


En este sentido es denunciable la sospecha a la que el pobre está sometido y por extensión a todo los que acuden a los Servicios sociales, condenados a ser tratados como vulgares parásitos que intentan aprovecharse del sistema.


A la necesidad de erradicar los actuales estereotipos que pesan sobre quienes padecen exclusión social, se opone la realidad de algunos políticos locales en los que se une la habitual soberbia con una falta notoria de conexión con la sociedad a la que se deben. Quiénes son estos políticos y sus comportamientos asociados, lo sabemos. 

Luis Enrique Veiga Rodríguez
Publicado en : XORNAL21

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