Y siempre ha sido igual desde que la humanidad intenta organizarse. Una sola gota que rebosa el vaso será la que propicie el derramamiento del líquido y el cambio se iniciará para todos. No era una crisis sino un expolio. En la otra cara de la moneda: los políticos con sus intrigas. Es tanta la soberbia que no se percatan del riesgo de sus acciones. Con nuestros impuestos siguen subvencionando sus inmoralidades. A la par, una Justicia cómplice de esa corrupción.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVXH5-e41LGRRbiIc8SuuFENg_GTVZBLYCoNYThuabgtFMvTV1UESVO5eqNLl4a2517Gmd9-wmofS5kAJ47dB6O4YuI_2bBfmEBD6kYGlfoTocGvVNhTj4qTL65vD7EWAgawclwKFGxfCH/s640/FARO+111.jpg)
Los más pobres acuden a los comedores sociales como expresión de una pérdida de la cohesión social. Las corruptelas siguen y el abordaje social de estos dramas es mínimo para desencanto de todos. Se conceden ayudas a terceros países que, entre gastos de viaje, y celebraciones, no recibirán nada. Con sus mentiras, y sus alardes de optimismo, quienes deben contribuir a la mejora de esta situación siguen en sus castillos de naipes. Son como los cerdos cebados, que caminan ya hacia su sacrificio.
LUIS ENRIQUE VEIGA RODRÍGUEZ. (A CORUÑA)
Publicado en : La Región (Ourense)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serán publicados los comentariosque contengan opiniones ofensivas o de mal gusto.