El metro de Nueva York, esa gigante y envejecida red de trenes que turistas y artistas han convertido en un fetiche, es el único lugar de la ciudad donde las fronteras sociales se diluyen. El subsuelo tiene algo igualitario, ocho millones de personas con poco que ver entre sí se mezclan cada día en él y comparten espacio con las mismas ratas que campan por las estaciones. Al salir a la superficie, cada uno se va a su compartimento social: a sus dispares colegios o barrios, a servir bagels, a vender acciones o a tomar fotografías, todo a un ritmo frenético.
Solo caminan lentos los que cargan con maletas raídas y carros de la compra pero no pueden comprar nada, los sin techo, descolgados del sistema, ajenos al trajín. Nueva York siempre fue una ciudad de extremos, darwinista y algo tirana, pero ahora está partida en dos: el censo de indigentes ha aumentado hasta un 86% en los últimos 10 años y no ha sido en lo más duro de la Gran Recesión cuando ha tocado su máximo histórico, sino entre 2014 y 2015, cuando la ciudad ha vuelto a la cresta de la ola, con pleno empleo y un crecimiento más que robusto.
El martes durmieron 57.838 personas en los centros de acogida y casi la mitad son niños. Hay que volver a la Gran Depresión para encontrar esos niveles, dice la ONG Coalición para los Homeless. (LEER TODO)
Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal.
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.
Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.
El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS)
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