Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal. 

Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.

Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.

El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS) Blog de la Coordinadora Ciudadana Independiente y Comisión Sin Techo de la Coruña PARA LEER, COPIAR O IMPRIMIR CUALQUIER CARTEL O TROZO DE TEXTO, HACED CLICK SOBRE EL MISMO

jueves, 9 de junio de 2016

Los SIN TECHO de Buenos Aires

Todavía es de noche cuando se despiertan. Se asean en el baño de un local de comidas rápidas y preparan los cuadernos y las mochilas que les regaló la librería de enfrente. Antes de las siete pasa un hombre con un carro y les sirve café con una cucharada de leche en polvo. Lo acompañan con un pan sentados en la escalinata del ingreso de la Sociedad Rural. Son cinco chicos, hijos de dos familias, que ya están listos para ir a estudiar a la escuela pública, a jornada completa. Las mamás los acompañan en colectivo y un padre se queda cuidando la “ranchada” que construyó hace tres meses con tarimas, fierros, plásticos y cartones. “A veces la policía nos dice que vayamos a un parque público, pero en la avenida nos sentimos más seguros”, dice Carlos Alberto, que cuida coches y también busca cartones en la zona. Son los nuevos vecinos de Palermo. Viven de la caridad, del guiso que le dan en la parroquia de Santa Fe y Uriarte, de la sopa y el jugo que algunas noches le acercan voluntarios de la Fundación Si.

“La sopa es una excusa”, dice Sebastián Caparrós, que colabora con esa Fundación y es parte de un “ejército de la noche” de 300 voluntarios desplegados en 27 zonas de la ciudad de Buenos Aires para asistir a los sin techo.
“Lo importante es crear un vínculo, darles contención para que no se sientan abandonados. No les ofrecemos colchones ni tratamos de que se sientan ‘cómodos’ en la calle, sino que salgan. Pero la calle es su casa. Los va atrapando, entran en un pozo depresivo, se acostumbran a dormir con un ojo abierto y van tomando como natural una realidad que nosotros no podemos entender. No tienen un momento de relax para despejarse.

Es gente que perdió vínculos sociales y afectivos, que se fue aislando, que incorporó su vida a la calle y les cuesta salir. Por eso, lograr que vengan a la Fundación para un tema médico o una adicción, lo tomamos como un logro. A veces depende de la manera en que le habla un voluntario, y quizá lo logra después de dos años. En mi zona, tres volvieron a reinsentarse en la sociedad y lo consideramos un numerazo”, dice Sebastián. (LEER TODO)

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