Unos 650 indigentes en la ciudad, de los que aproximadamente 50 se encuentran en fase terminal. 

Los miembros de la COORDINADORA CIUDADANA INDEPENDIENTE y CORUÑA SIN TECHO lamentamos que las medidas que se toman en lo referente a los indigentes sean siempre de tipo policial o caritativo por lo que proyectamos iniciar una recogida de firmas para que se tramite UNA LEY QUE COMBATA LA MARGINALIDAD.

Este hipotético texto debe garantizar a la persona un techo permanente tal y como recoge la constitución. Además el mendigo deberá recibir atención sanitaria y psicológica, especialmente cuando se encuentre en el peor nivel de degradación. Una vez que se cubren estas necesidades el indigente deberá participar en cursos de reciclaje formativo o de alfabetización si fuera necesario.

El paso siguiente seria que las administraciones públicas ubicasen al indigente en proceso de reinserción en un puesto publico de trabajo temporal, con preferencia en tareas sociales a cargo de las propias administraciones. El proceso de reinserción concluye cuando la persona esa empleable y puede lograr su independencia (VER MÁS) Blog de la Coordinadora Ciudadana Independiente y Comisión Sin Techo de la Coruña PARA LEER, COPIAR O IMPRIMIR CUALQUIER CARTEL O TROZO DE TEXTO, HACED CLICK SOBRE EL MISMO

lunes, 23 de junio de 2014

CON EL HAMBRE NO SE JUEGA

Desde hace unas fechas, vengo leyendo toda una serie de reclamaciones, que provienen precisamente de aquellas personas que se encuentran en una situación tan precaria que ya no cuentan con ningún recurso para poder vivir, o atender las necesidades más elementales de su familia con la que convive. Me estoy refiriendo concretamente a esos cientos de personas distribuidas por toda la geografía gallega, que en su momento presentaron la solicitud para cobrar la percepción de la Risga, y una vez transcurrido más de medio año, siguen esperando por los poco más de 400 euros mensuales, para poder llevarse a la boca un alimento con el que poder dar de comer a sus hijos. En virtud de la Risga (Ley de Reinserción Social de Galicia), se puede tener derecho, si se cumplen determinados requisitos, a percibir una prestación social, cuyo fin es o pretende ser el de: “Garantizar los recursos económicos de subsistencia…”.

En definitiva, quiérese decir que la citada prestación económica ha de servir para que una familia no se muera de hambre, o pueda mantenerse en unas condiciones mínimas para que su corazón pueda seguir latiendo. Hablando de corazón, no me puedo explicar que alguien que se considere cristiano aunque no sea muy practicante, no le duela su músculo cardiaco, al comprobar cómo tantas personas siguen esperando y esperando por unos cientos de euros a los que tienen todo el derecho del mundo. Pero todavía lo más grave es saber que muchas de esas personas, sus respectivos expedientes administrativos, están valorados, examinados y concluidos. ¿Cuántas familias habrá que han solicitado la prestación de la Risga, y tras no sé cuántos meses se encuentran sus solicitudes en un cajón de alguna de las instituciones que participan en el proceso seleccionador?

Los retrasos que denuncio no solo lo ponen de manifiesto distintas organizaciones sin ánimo de lucro, si no que la propia Conselleira de Traballo lo corroboró días pasados, si bien matizó: “Retraso sí, pero no deseado”. Con el hambre no se juega, ni su problemática admite trileros ni dilaciones, las cuales se pretenden justificar, alegando en la mayoría de los casos, y sobre todo cuando se trata de dar una prestación social y tan imprescindible para la vida de las personas, que en estos momentos no se puede abonar porque se carece de liquidez suficiente.
A 31 de diciembre de 2013, existían en Galicia 10.000 solicitudes a resolver.
¿Podrán aguantar tan importante número de personas un día más sin tener nada que llevarse a la boca?

Mientras la Administración nada hace para dar solución a este gravísimo y urgente problema que tiene un gran número de familias gallegas, más bien hace todo lo contrario, como es el de reducir el número de funcionarios en su afán de recortar y recortar, cuando todo parece indicar que se trata de un problema de falta de recursos humanos para tramitar las correspondientes solicitudes. Los datos demuestran que no se trata de un problema coyuntural, propio del año pasado; ya que, del mismo Informe de la Xunta, se observa que en Galicia se han incrementado la petición de ayudas de la Risga, en el año 2013 con respecto al 2012, en un 20%. Está claro que la situación económica de Galicia no es la que nos pretender vender los políticos que nos representan, es mucho más grave de lo que nos cuentan, y lo más triste, es que cada año vamos a peor. ¡Señores trileros, no jueguen más con el hambre ajena!
Fernando Rodríguez Corcoba
Publicado en : La Opinión

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