
A mí, el hecho de ver esas vallas con cuchillas me lleva a preguntar: ¿son para los inmigrantes o para nosotros? Somos una sociedad amordazada por la mentira, la falsedad, el robo, la corrupción y la pérdida de los derechos. Nada más lejos de lo que tiene que ser la legitimidad de un gobierno que no solo coloca cuchillas en las vallas sino que ejecuta desahucios masivos, recorta en sanidad, cercena derechos, niega el futuro a los jóvenes, o pone multas a los indigentes que acuden a los comedores sociales.
La brecha entre clases sociales se hace cada vez mayor como factor negativo para la convivencia del país. Cuando las personas se organizan, o se manifiesta en las calles, generando el tejido social que exige un más justo reparto de la riqueza aparece la represión policial al asociar ese activismo con la violencia. Quizá por ello las vallas no son la solución, como tampoco la son los muros. Nunca lo han sido.
LUIS ENRIQUE VEIGA RODRÍGUEZ
Publicado en : Atlántico
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serán publicados los comentariosque contengan opiniones ofensivas o de mal gusto.