
De modo que se obvia lo fundamental ante el sin hogar, que son dos tipos de medidas (la prevención y la inserción social y laboral). 1. Para prevenir es necesario crear un observatorio contra la exclusión social que identifique las causas de esta exclusión y actuar en consecuencia. 2. Además, hay que aplicar un plan de acción integral que tenga en cuenta las carencias de estas personas. Habría que ofrecerles un techo permanente, tal y como recoge la Constitución; una atención sanitaria y psicológica de la que carecen, especialmente en su peor nivel de degradación. Una vez cubiertas dichas necesidades, poder participar en actividades de reciclaje formativo (y si es necesario de alfabetización), así al final tendrían un salario por oposición a las actuales rentas de pobreza y que las administraciones públicas ubicasen al excluido en un puesto público de trabajo temporal (en tareas sociales). La inserción concluye cuando la persona es empleable e independiente económicamente.
Al ciudadano no hay que darle peces, hay que enseñarle a pescar. Y eso implica ayudar a rehacer los vínculos sociales a las personas sin hogar.
Luis Enrique Veiga Rodríguez
Publicado en : La Opinión Coruña
No hay comentarios:
Publicar un comentario
No serán publicados los comentariosque contengan opiniones ofensivas o de mal gusto.